Ha pasado poco más de una semana desde el asedio al Capitolio y la verdad es que ha sido difícil encontrar las palabras para expresar el peligro y el impacto que los eventos del 6 de Enero tienen en nuestres comunidades y en este país. Nada parece suficiente. Nos tomó un tiempo ordenar nuestros pensamientos, pero todos en TNLR queríamos dejar algunas cosas muy claras:
- El asedio al Capitolio no es una protesta, ni es terrorismo domestico. Es violencia sancionada por el estado. Le policía del Capitolio y les funcionarios del gobierno se confabularon con les supremacistas blances que irrumpieron en el edificio del Capitolio. El hecho de que no hayan solicitado un apoyo adecuado contra el ataque, combinado con el uso de los medios sociales por parte de les congresistas republicanos para instigar la violencia, confirma su permiso y aprobación de los disturbios. No nos sorprende, dado que le policía y el gobierno históricamente han oprimido a les comunidades Negres, Indígenes, Morenes y han defendido la supremacía blanca. Igualmente amenazante es la respuesta a este evento, que exige una mayor presencia policial y defensa contra el "terrorismo domestico". Inevitablemente, esto apunta a las comunidades Negres, Indígenes, Morenes y particularmente a les comunidades Musulmanas y las naciones de Asia occidental que continúan siendo oprimidas por tácticas “antiterroristas”. Les comunidades Negres, Indígenes, y Morenes protestan legítimamente contra estos sistemas racistas, por lo que rechazamos las etiquetas de “terrorismo doméstico” y “protesta” para describir lo que sucedió en el capital.
- El asedio al Capitolio no es una amenaza para la democracia. Es el autoritarismo mostrando sus verdaderos colores. Los medios liberales han pintado a estos supremacistas como intentando un golpe de Estado y amenazando la democracia, pero cuando un sistema otorga el poder a un fascista como Donald J. Trump, es financiado por corporaciones poco éticas, defiende el encarcelamiento masivo, bombardea y usurpa gobiernos en el sur global, se adhiere estrictamente a un sistema bipartidista que no representa las voces del le comunidades Negres, Indígenes, Morenes e incluso hace que el voto sea inaccesible, no es una democracia. Nunca fue una democracia.
- El asedio al capitolio no es un privilegio de les Blances. El hecho de que estas personas irrumpieran en un edificio federal construido en tierras Indígenas robadas es la supremacía blanca. Que en gran parte salieron ilesos es la supremacía blanca. Que tuvieran la ayuda y el aliento de la policía, los miembros del Partido Republicano y el presidente, es la supremacía blanca. Que los POC de la clase trabajadora fueran llamados para limpiar el desastre es la supremacía blanca.
El ataque al Capitolio fue predecible y prevenible. Líderes y activistas Negres, Indígenes, y Morenes nos advirtieron sobre lo que representaba Trump, a qué incitaría y a qué le daría más agencia, y las repercusiones de esas acciones. El propio Trump dejó en claro cuáles eran sus intenciones desde el momento en que comenzó a postularse para un cargo. Nuestres pensamientos están con les sobrevivientes, quienes continuamente experimentan abuso, negligencia y opresión a manos de nuestre gobierno, además de sus abusadores. El impacto que tiene el asedio al Capitolio en les sobrevivientes es innegable y casi instantáneo. Durante cuatro años, alguien en una posición pública de poder ha apoyado y realizado actos de violencia y abuso; permitiendo a les "muchaches orgullosos", supremacistas blances y abusadores en todas partes. Alentamos a les sobrevivientes de abuso de pareja a que llamen a nuestre línea directa (800-832-1901) para obtener apoyo durante estos tiempos cada vez más peligrosos.